Sermon

¿Se ha acabado realmente la Navidad?

Theme

En Jesús, recibimos el derecho de ser hechos hijos de Dios.

Object

Un regalo que recibiste en Navidad; pegatinas de corazón; una caja; papel para envolver; cinta; tijeras

Scripture

Juan 1:1-18

Coloque las pegatinas de corazón dentro de la caja y envuélvala.

Este regalo que tengo en la mano fue uno de los regalos que recibí en Navidad. ¿Recibiste regalos en Navidad? (Haga una pausa). ¿Cuál fue tu regalo favorito? (Dele a los niños la oportunidad de compartir sobre sus regalos favoritos). 

Hay una cosa que he aprendido sobre los regalos de Navidad. No importa cuánto disfrutes recibiéndolos, los regalos no duran para siempre. Si recibes ropa nueva y bonita, con el tiempo se desgastará, pasará de moda o te quedará pequeña. Incluso si tienes un juguete divertido que realmente disfrutas, eventualmente podría romperse o te cansarás de él. Tal vez tengas caramelos en tu media, pero cuando te los comes, ya no están.

Pero hay un regalo de Navidad que es diferente. (Muestre la caja envuelta). Nunca se desgasta. Nunca pasa de moda. Nunca te cansarás de este regalo. Es el verdadero regalo del que se trata la Navidad. Es el regalo de Dios para nosotros: Su Hijo, Jesús. (Pídale a los niños que pasen la caja, cada abriendo un pedazo del regalo hasta que todo el regalo quede desenvuelto. Abra la caja y dele a cada niño una pegatina de corazón para representar el regalo de amor de Dios, Jesús).

La Biblia nos dice que todos los que reciben a Jesús y creen en su nombre se convierten en hijos de Dios. Cuando nos convertimos en hijos de Dios, tenemos todos los derechos y privilegios de ser sus hijos. Dios nos amará, nos protegerá y proveerá para todo lo que necesitemos. La mejor parte es que nunca termina. En el Salmo 23:6, la Biblia dice que la bondad y el amor de Dios estarán con nosotros cada día de nuestra vida y viviremos para siempre en la casa de Dios.

Me encanta dar y recibir regalos en Navidad, pero creo que es importante recordar que el mayor regalo de todos fue el regalo de Dios para nosotros. ¡Es el regalo que siempre nos regala!

Amado Dios, te damos gracias por amarnos tanto que entregaste a tu hijo para que nosotros también podamos ser tus hijos. En el nombre de Jesús, amén.